jueves, 19 de febrero de 2015

COMER FRUTA



La importancia de comer Frutas

Las frutas son una de las principales fuentes de vitaminas y antioxidantes que nos ayudarán a mantenernos jóvenes por más tiempo, por lo que es necesario para el organismo comer fruta a diario para mantener una salud en perfectas condiciones

 

Comer frutas tiene muchos beneficios para el organismo, como por ejemplo, además de aportar vitaminas y minerales, hidratan el organismo, aportan fibras y no aportan grasas al organismo, entre otros. Además previene algunas enfermedades como ataques al corazón, hipertensión y cáncer.
 
Por otro lado, la mejor forma de comer las frutas es con su piel, eso si, bien lavadas antes. Y también he leído que lo mejor es comer las frutas enteras y no en zumo, a no ser que no nos quede otra. Porque dicen que al hacer el zumo, la fruta pierde muchas vitaminas.
 
Además la forma de comer frutas y que no nos siente mal, es con el estomago vacío. No después de las comidas, como se ha hecho durante años.
 
Por ello, yo voy a empezar a comer fruta por ejemplo, una pieza de fruta a media mañana, e iré incrementando mi consumo poco a poco. Ya os contaré como lo hago.





viernes, 13 de febrero de 2015

CAMBIAR LA FORMA DE VER LA REALIDAD


CAMBIAR LA FORMA DE PERCIBIR LA REALIDAD.

 

LA REALIDAD PUEDE CAMBIAR SI CAMBIAMOS LA FORMA DE PERCIBIRLA”.

 

Dicen que la realidad depende de lo que percibimos  a través de nuestros sentidos, es decir, fabricamos nuestra realidad desde la forma en que procesamos nuestras experiencias mediante nuestras emociones.

 

La construimos nosotros mismos con lo que percibimos a través de los sentidos, pero si bien nuestra mente nos ofrece una gran cantidad de información, nuestro cerebro dirige nuestra atención a determinados aspectos mientras que ignora otros, por factores muy diferentes como por ejemplo nuestra propia historia de la que a veces ni somos conscientes.




En el blog de Rafapal en “la física cuántica explica que creamos nuestra propia realidad” nos dice como percibimos nuestra realidad y como podemos cambiar nuestra forma de percibirla:

 

A cada segundo, en una vida como la moderna llena de estímulos: nos bombardean enormes cantidades de información. El cerebro solo procesa una mínima cantidad de ella. Así pues, lo que consideramos la Realidad, es decir, aquello que vivimos, es sólo una mínima parte de lo que en realidad está ocurriendo. ¿Cómo se filtra toda esa información?

A través de nuestras creencias: El modelo de lo que creemos acerca del mundo, se construye desde lo que sentimos en nuestro interior y de nuestras ideas. Cada información que recibimos del exterior se procesa desde las experiencias que hemos tenido y nuestra respuesta emocional procede de estas memorias. Por eso, los malos recuerdos nos impulsan a caer en los mismos errores.

 

 

Por ejemplo: una mala experiencia en un ascensor, como quedarse encerrado, puede hacer que el objeto “ascensor” se asocie al temor a quedarse encerrado. Si no se interrumpe esa asociación, nuestro cerebro podría relacionar ese pensamiento-objeto con esa emoción y reforzar esa conexión, conocida en el ámbito de la psicología como “fobia” o “miedo”.

 

Todos los hábitos y adicciones operan con la misma mecánica. Un miedo (a no dormir, a hablar en público, a enamorarse) puede hacer que recurramos a una pastilla, una droga o un tipo de pensamiento nocivo.

 

El objetivo inconsciente es “engañar” a nuestras células con otra emoción diferente, generalmente, algo que nos excite, “distrayéndonos” del miedo. De esta manera, cada vez que volvamos a esa situación, el miedo nos conectará, inevitablemente, con la “solución”

La buena noticia es que, en cuanto rompemos ese círculo vicioso, en cuanto quebramos esa conexión, el cerebro crea otro puente entre neuronas que es el “pasaje a la liberación”. Porque nuestro cerebro está permanentemente rehaciéndose, incluso, en la ancianidad. Por ello, se puede desaprender y reaprender nuevas formas de vivir las emociones.

 

 

Cómo romper con esos malos hábitos del pensamiento

El cerebro crea esas redes a partir de la memoria: ideas, sentimientos, emociones. Cada asociación de ideas o hechos, incuba un pensamiento o recuerdo en forma de conexión neuronal, que desemboca en recuerdos por medio de la memoria asociativa. A una sensación o emoción similar, reaparecerá ese recuerdo en forma de idea o pensamiento.

Hay gente que conecta “amor” con “decepción” o “engaño”, así que cuando vaya a sentir amor, la red neuronal conectará con la emoción correspondiente a cómo se sintió la última vez que lo sintió: ira, dolor, rabia, etc. Según Joe Dispenza “si practicamos una determinada respuesta emocional, esa conexión sináptica se refuerza y se refuerza. Cuando aprendemos a “observar” nuestras reacciones y no actuamos de manera automática, ese modelo se rompe”. Así pues, aprender a “ver” esas asociaciones es la mejor manera de evitar que se repitan: la llave es la consciencia.
 
 
 
 
Por lo tanto, lo que he pensado que tengo que hacer es en cualquier situación que no me guste o me moleste, y no pueda cambiar, intentar cambiar la emoción que siento por esta situación. Con lo cual, iré viendo que situaciones me provocan un mal sentimiento o pensamiento negativo e intentaré cambiar la emoción que siento en esos momentos.
 
Os dejo un enlace para que podáis leer el artículo completo.